EL ASOMBRO DE LA SED
Y ya van doce años seguidos en las mismas fechas, los últimos días de febrero, y en el mismo lugar, junto al Santuario de Regla, Chipiona (Cádiz) donde se ofrecen ejercicios para laicos con deseo de hacer un STOP en la vida diaria para beber el pozo que sacia nuestra SED: Jesucristo.
Este año nos reunimos medio centenar de personas desde veinte y seis años a ochenta y seis de diversos lugares de Andalucía y alguno venido desde Madrid. Una experiencia que está creando “escuela” por lo que año tras año muchos repiten por el buen sabor de boca que nos deja.
El tema de este año ha girado en torno a la SED…”como busca la cierva corriente de agua así mi alma te busca a Ti , Señor Dios mío” (Salmo 41). Sed de asombro, sed de Jesús, lagrimas que hablan de una sed, , sed de las periferias, bienaventuranzas de la sed… Allí junto al pozo de la Samaritana nos encontramos con el Maestro que nos decía: “si conocieras el don de Dios” (Juan 4).
En un clima de Silencio sin olvidar la importancia de la fraternidad en su dimensión franciscana, tuvimos tiempo para rezar con la Iglesia, disponer de tiempo personal para la reflexión, las celebraciones de la fe: liturgia de las horas, eucaristía, reconciliación…dialogo fraterno para cerrar la jornada.
Como si de una larga experiencia de encuentros fluían las conversaciones profundas que surgen del manantial que cada uno llevamos dentro. De ahí el Asombro de la Sed…Por agua nos faltó por estar a las orillas del mar para escuchar del Maestro interior: REMA MAR ADENTRO para percibir que estas sediento.
El hermano Francisco de Asis nos invitaba en sus escritos a que volviéramos al Evangelio para ser testigos vivientes del resucitado. Fueron días para vivir el Amen a la Palabra y abrirnos al Aleluya de la Esperanza en la Resurrección donde aplacaremos nuestra sed. Los hermanos menores del Santuario nos facilitaron las cosas poniendo sus mejores instalaciones al servicio de un grupo que descubre una existencia asaltada por la sed.
Con un año de anticipación te convocamos a los próximos ejercicios en las mismas fechas y en el mismo lugar. Allí nos veremos el 2020, si Dios quiere, para seguir escribiendo las Bienaventuranzas de la sed.
Seve, ofm