ULTIMOS VIERNES DE CADA MES
Vuelven los CENTINELAS DE LA NOCHE los últimos viernes de cada mes, de 6 de la tarde a 12 de la noche, En la Capilla de San Damián.
La IGLESIA DE SAN FRANCISCO DE GRANADA, Camino de Ronda, 65, ofrece un espacio para ORAR, un tiempo para el SILENCIO, una posibilidad de ACOMPAÑAMIENTO Y RECONCILIACION...un lugar para LA BUSQUEDA INTERIOR, un ambiente propicio para ESTAR Y SER en verdad lo que estás llamado a vivir.
Los principales aspectos que se destacan en este encuentro los resumimos del siguiente modo:
- El privilegio de poder contar con un espacio alternativo de oración, de encuentro con Dios, de hacer silencio interior... fácilmente adaptable a los horarios personales.
- En cuanto a la estructura de la oración se destaca: su sencillez franciscana, su apertura a lo que espontáneamente pudiera surgir en cada momento, el ofrecer un hilo conductor o tema concreto que orientara la oración, el que no esté muy reglamentada, el que abunden los ratos de silencio...
- Cosas a valorar y agradecer: La generosidad de una fraternidad que ABRE SUS PUERTAS durante tantas horas y su acompañamiento, así como el servicio prestado por el grupo de oración para que cada hora estuviese cubierta para poder atender cualquier necesidad que pueda demandarse.
No dejes de asomarte algún rato a este espacio abierto a cualquier hombre o mujer, niño, adolescente, joven o adulto...Puedes estar solo acompañado por tu grupo. Todo es cuestión de que te programes y veras que manera de renacer a la Vida Nueva, volviendo al Evangelio, a la simplicidad de vida y al asombro de una experiencia que te hacer vivir desde nuevos horizontes.
Severino Calderón Martínez, ofm
Revisión de los “Centinelas de la noche”
Después del último día de “Centinelas de la noche” del curso 2015/2016 un grupo de hermanos que hemos participado regularmente hacíamos una sencilla revisión de lo que había sido esta nueva experiencia de oración tanto a nivel personal como comunitario.
Los principales aspectos que se destacaron fueron:
- El privilegio de poder contar con un espacio alternativo de oración, de encuentro con Dios, de hacer silencio interior... fácilmente adaptable a los horarios personales.
- En cuanto a la estructura de la oración se destacó: su sencillez, su apertura a lo que espontáneamente pudiera surgir en cada momento, el ofrecer un hilo conductor o tema concreto que orientara la oración, el que no esté muy reglamentada, el que abunden los ratos de silencio...
- Cosas a valorar y agradecer: La generosidad de los frailes al dejar su casa abierta durante tantas horas y su acompañamiento, así como el servicio prestado por el grupo de oración para que cada hora estuviese cubierta.
Por último, se reconoció que ésta era una experiencia profética, evangelizadora... en la que todos los que hemos participado expresamos nuestro deseo de que tenga continuidad el próximo curso.